UN POCO DE MI

Soy una persona sensible
con muchas aspiraciones y sueños a medio cumplir pero sigo trabajando para lograr mis metas. Me gusta todo lo que tenga que ver con la Naturaleza porque creo en la Creación de Dios. Dios, es mi eterno profesor que nos ama tal como somos, pero que al mismo tiempo, desea transformarnos amorosamente para ser luz en medio de la oscuridad. Dios es amor, y ese amor debe reflejarse en Sus hijos. Una vida cristiana es un ramo de experiencias que nos ayudan a crecer y a valorar lo que nos a sido dado. Nada sucede por casualidad y todo es necesario para aprender en forma práctica a ser mejores. Creo lo que dice Isaías en la Biblia: Los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Cristina


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LA ENVIDIA ES PECADO

Es bueno recordar que la envidia es pecado ante Dios, que no debemos bajo ningún punto dejar que este sentimiento entre a nuestros corazones.
Proverbios 27:4 Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?
Eclesiastés 4:4 He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
La envidia provoca aflicción de espiritu, porque las personas envidiosas se enferman facilmente. No dejes que eso te suceda, corre a los brazos de nuestro amoroso Jesús, pídele a Dios que te sane y pídele perdón por sentir envidia de los que El mismo Dios ha bendecido.¿Has sentido alguna vez envidia? Pues yo sí. Yo creo sin temor a equivocarme, que todos hemos alguna vez sentido envidia de nuestro prójimo, porque esta humana naturaleza es especial para desear lo que tienen los demás. Muchas veces, se disfraza la envidia con comentarios sutiles y de pronto, Dios nos pone frente al espejo y nos declara lo que hay en nuestros corazones. Si nunca has sentido envidia, o no crees haberla sentido, o confundes este sentimiento, te invito a ser honesto contigo mismo. Yo lo he sido conmigo misma, y que bien se siente el alma cuando Dios nos limpia de ese pecado tan feo. Es como una pequeña gangrena que destruye lo hermoso que Dios pone en los corazones de sus hijos. Las personas envidiosas son las que menos valoran a sus familiares en Cristo. Nunca le dicen algo lindo a nadie, nunca comentan lo bueno de los demás sino que siempre buscan algo para criticar. Ven mas lo malo que lo bueno, se sienten superiores y siempre o la mayoría de las veces creen que ellos están en la razón y que todos los demás estan equivocado. ¿Te reflejas un poco? Cuidado, Dios no puede ser burlado.Te invito a que si sientes envidia en tu corazón o te enojas cuando alguien prospera, le pidas perdón a Dios y bendigas a todos los que te rodean. Dios desea que seas libre de ese pecado y que te alegres especialmente con tu familia en la fe.

1 comentario:

Nohelia dijo...

Hola hermana dtb, buscando informacion encontre tu blog, me llamó la atención tus opiniones con respecto a la guerra espiritual. ¿Como puedo comunicarme contigo?

JUAN 11 LA HISTORIA DE LA RESURRECCION DE LAZARO

JUAN 11


Me conmuevo cada vez que leo esta historia en la Biblia. Dos hermanas, tan distintas la una de la otra, pero amadas por Dios de igual manera. He escuchado a muchos cristianos predicar que debemos ser como María, la que oraba y alababa a Dios en todo tiempo. Pero, Marta, era la mujer práctica, la que servía y la que se preocupaba de que todo estuviese dispuesto y en orden no es muy nombrada.

No creo que a Jesucristo le gustaría que estemos todo el día orando, nos olvidemos de las labores de la casa, atender a la familia o los varones pasen arrodillados sin hacer nada por ganarse el pan diario. Es necesario orar pero sin descuidar lo otro. Las dos cosas en forma balanceada producen grandes cambios. En esa oportunidad, existía un gran dolor por la pérdida de Lazaro. María tranquilizó el dolor orando y clamando arrodillada. En cambio Marta, se puso a limpiar. Fue su forma de vivir su dolor, invirtiendo su tiempo en algo que la mantuviera ocupada, por eso estaba alerta a todo lo que pasaba a su alrededor.

La tradición judía pensaba que cuando las personas morían, su espiritu andaba vagando por tres días. Por lo mismo, ellos enterraban a sus muertos pasados tres días, porque tenían esa esperanza que el espiritu volviera al cuerpo. Si Jesucristo hubiese regresado a resucitar a Lázaro antes de los tres días, la gente hubiese dudado de Su poder. Por eso se demoró 4 días.

Cuando Jesucristo llegó, lo primero que hizo Marta fue correr hacia el, porque ella era activa, siempre haciendo algo, así que estaba pendiente de lo que sucedía. María en esos momentos necesitaba estar en íntima comunión con el Padre, orando y clamando y no se dio cuenta que Jesucristo venía. Muchas veces, las Martas son criticadas por las Marias y viceversa, y no alcanzamos a comprender que son las dos tan necesarias que vivir separadas es casi imposible.

Me puse a pensar que cuando yo estoy bien, animada y tranquila, sobre todo cuando lo estoy pasando mal por alguna situación en mi vida, estoy por segura que hay Marias orando por mí. Si yo veo a personas que sufren, debo portarme como Marta y atenderlas en sus necesidades. Creo que sería bastante imprudente decirle a una persona que sufre que se vaya tranquila, que yo voy a orar por ella, sin darle en esos momentos lo que necesita. Hablo incluso de una taza de café y unos oídos para escuchar.

Estoy segura que Marta estaba orando por María también, que mientras hacia las cosas, estaba clamado por su hermana que lloraba desconsolada. Las dos estaban sufriendo, y las dos amaban al Maestro y el las amaba a ellas. ¿Y Jesucristo que hizo?

JESUCRISTO RESUCITO A LAZARO, y les dio un tremendo regalo a las hermanas. Estoy convencida que ellas saltaban y lloraban de alegría al ver a su hermano vivo. Debe haber sido una escena maravillosa.

María era pasiva y Marta activa, pero las dos importantes para el Maestro.

Dios nos bendiga a todos y seamos como María y Martas unidas, para que nuestras vidas sean prosperadas en todas las areas.

Dios les bendiga
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NUNCA ES TARDE

A veces los más jóvenes miran a los ancianos como si ya hubiesen perdido todo en la vida. Lo bueno, es que Cristo no se olvida de ellos y tiene una paciencia infinita.

Hoy tuve que trabajar en una Residencia de ancianos y tuve la oportunidad de conocer a una anciana que tiene 98 años. Dios me dio la bendición de darle a conocer el plan de Salvación y ella aceptó a Jesucristo como Su único y personal Salvador. A pesar de su edad, esta anciana tenía claridad en su mente y me contó lo mucho que ha sufrido en esta vida. Perdonó a su marido, quien la golpeaba por cualquier motivo y se reconcilió con Dios.

Si tienes un anciano en tu familia recuerda lo que dice la Biblia:

Levítico 19:32
Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová.

Debes respetar a los ancianos porque Dios lo dice en Su Palabra. No los descrimines por su edad sino escúchalos porque de ellos aprenderás mucho. No te preocupes si no piensan como Tú o si no son creyentes. Deja que Dios sea el que los juzgue, pero si está en tus manos, háblales de Dios y recuérdales que El, nuestro Creador no los ha olvidado.

Bendiciones